“Mi confrontación con la docencia”
En el presente trabajo tiene como finalidad reflexionar y ver las similitudes que la mayoría de los que somos docentes iniciamos y el compromiso que tenemos como formadores y los restos a los que nos enfrentamos.
Yo decidí estudiar Ingeniero Agrónomo, para mí la profesión que escogí es lo que yo quería realiza, soy originaría del Distrito Federal, cuando yo vivía ahí era zona rural y vi desaparecer los campos de cultivo, me sorprendió ver edificios donde se sembraba maíz, tomate, calabaza entre otras plantas, siempre he considerado que lo que viene del campo es algo de lo que el ser humano no puede prescindir que es la alimentación. Dentro de mis planes nunca fue ser maestro, sin embargo conocí la Unidad de Capacitación para el Desarrollo Rural No.2 (UNCADER), institución dedicada a formación y fortalecimiento del sector rural a través de la capacitación, lo que me llevo a ser docente pero que además se ligaba a mi profesión, permitiéndome desarrollar lo que aprendí y dedicarme a lo que estudie. La capacitación la realizamos en las instalaciones de la UNCADER No.2 o bien en la comunidad con los productores, antes de iniciar una clase reviso que les voy a trasmitir y que quiero que aprendan, pero también antes aplico un diagnóstico, para saber en donde debo profundizar más y que estrategias de enseñanza puedo desarrollar. Como se menciona en el documento la aventura de ser maestro, vamos aprendiendo en el camino, tenemos nerviosismo cuando entramos al salón, y hay que hacerle de psicólogo a veces involucrar a los alumnos y que se sientan parte del tema.
Para mí es una gran satisfacción poder realizarme en mi profesión, pero sobre todo transmitir mis conocimientos y que sean de gran beneficio para las personas que capacitamos, el dotarlas de herramientas que les permitan mejorar sus sistemas de producción es de una gran satisfacción, el escuchar al termino de cada las palabras de los educandos que se van satisfechos, el mantenerme en comunicación, desafortunadamente no con todos, por medios electrónico a largas distancias, que están implementando lo que aprendieron y que al pasar de los años se acuerdan de uno, creo que hace que valga la pena seguir enseñando.
Los motivos de insatisfacción son pocos, pero importantes, la necesidad de mantenerme actualizada, han cambios y constantemente tenemos que estar al día, el no contar con información homogénea que me permita saber si estoy haciendo bien las cosas. Como bien se ha mencionado creo que he aprendido con el ensayo y error, pero no sé si lo estoy haciendo bien.